jueves, septiembre 11, 2014

Cómo hizo Argentina para erradicar la pobreza

-¿Brancatelli?
-Víctor Hugo me llamo
-Por eso, Brancatelli con secundaria completa. Lo llamo para elogiarme.
-GRACIAS, SU SANTIDAD POR LLAMARME. Espere que lo presento. ¿Quiere que le haga alguna pregunta?
-No, gracias, Brancatelli, me elogio yo solo.
-Como usted ordene, magnificencia astronáutica. Tenemos en comunicación al Ministro de Economía, Monseñor Paganini. ¿Cómo están sus gladiadores músculos aguerridos?
-Acá andamos, Brancatelli
-Me llamo Víctor Hugo
-ah. Bueno,  quería elogiarme porque ya no hay pobres. Hoy lo decreté. Está prohibido ser pobre. Así que ya no hay más pobres. Otro día de buenas notis
-bueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee, alguno hay. Pero en África
- Los pobres son un invento de los diarios
-¡BRAVO, BRAVÍSIMO!
-ah



-Déjeme arrodillarme, acuchillarme el pecho y arrancarme el corazón para que usted, amo mío, lo pisotee, no he visto jamás un ministro de economía tan eficaz para eliminar la pobreza
-¿Con qué te drogás, Brancatelli?
-Con el INDEC. Me fumo un par de INDEC y quedo...Bueno, Monseñor Paganini, ¿podría, si es tan amable, adelantarnos quiénes serán los culpables para sus fracasos de la semana que viene?
-No, Brancatelli
-Víctor Hugo
-ah. No, no puedo adelanterle nada, es una sorpresa.
-¡BRAVO! Déjeme cortarme un dedo para regar de sangre las huellas de su glorioso paso por el living de la patria...
-¿Qué boludez estás diciendo? No te vamos a aumentar, Brancatelli.
-Primero, me llamo Víctor Hugo. Soy exiliado. Y perseguido. Segundo: ¿tenés pensado seguir escondiendo las cifras de pobreza o ya se te fue la verguenza por haber hecho este desastre social, pendejo boludo?
-Le voy a contar a la presidenta
-La vieja que me la fume
-Podemos hablar lo del aumento, Víctor Hugo
-Me llamo Brancatelli, su excelencia. ¿Usted, verbo encarnado, misionero de gala biónica, emperador de la belleza, cree que este pueblo de mierda lo merece?
-Naturalmente que no, Víctor Hugo.
-Dígame Brancatelli si quiere
-ah. Bueno, le estaba contando lo del complot que trama la KGB y la FIFA contra mí. Pero antes quería contar cómo serán los trámites para conseguir un kilo de arroz
-Por familia
-Por supuesto. No te vas a comer un kilo de arroz vos solo
-Obvio que no, sería un despilfarro. En París no se estila.
-¿eh?
-Bueno, Monseñor Paganini, cuénteme cómo hay que hacer para conseguir un kilo de arroz
-Hay que llevar una factura por 17.942 pesos con cincuenta al Madero Centers los lunes de 3 de la madrugada a 3:30 aproximadamente. En el 9 "A" -si no atienden enseguida, sea paciente- hay que preguntar por Moncho y pedirle el formulario rosado, tras mostrarle el DNI naranja
-No hay DNI naranja
-Uh, qué cagada. Bue, igual, el arroz es bastante feo. Lo comen los buitres.
-El arroz lo inventó Magneto, para impedir que junto a San Martín y Bolívar, el señor funcionario libere las oprobiosas cadenas del yugo imperialista...
-Brancatelli, basta.
-Ok, Monseñor Paganini. Pero me llamo Víctor Hugo
-ah




-¿Está pensado algún plan B ahora que los buitres han secuestrado el arroz?
-No
-Muy bien, señor Ministro, así hay que ser: duro con los buitres. Inflexible.
-La culpa es de los diarios
-Claro que sí, claro que sí, inmensidad celestial que brinca en la alpargata de la vida
-Sos medio pelotudo, vos, ¿no?
-Claro que sí, claro que sí, insobornable espíritu de sutil y heroico andar cansino. Padre nuestro que estás en los cielos. Heraldo de la patria. Motor del universo. Precipicio de diamantes. Príncipe del condominio celestial. Che, a todo esto, ¿vas a seguir bajando los salarios?
-Ni idea.
-La gente está enojada...
-Buitres
-Y cuando hay mal humor...
-Cipayos
-Porque ven que arriba se enriquecen y abajo se empobrecen
-Gorilas
-La gente no come con chamuyos
-Antipatrias
- Buenas tardes, señor Ministro
-Dígame Buen Día, que la presidenta recién se está despertando
-Buenos días a los dos
-Buenos días, Brancatelli



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