Vulgaridades del country petrolero

La segunda renuncia de Cristina (hace 2 años renunció a la política, ahora renunció al gobierno) es más significativa porque le entregó a un territorial como Capitanich la banda presidencial luego de que ella perdiera en su territorio patagónico, el country petrolero. Este movimiento al interior de la alianza gobernante trata de compensarse con vulgaridades del aparato de prensa presidencial que evidentemente ya no recibe instrucciones. Los distintos escribas de la alcahuetería tienen distintas versiones de lo bien que le va este país: unos dicen que ya somos Canadá, otros que somos más que Canada; hay quienes dicen que el modelo africano con inclusión satelital está girando a derecha y eso demuestra lo genia que es la licenciada y otros dicen que el modelo africano con inclusión satelital está a girando a la izquierda lo que demostraría lo genia que es la licenciada. Algo pasa.

A la licenciada no le quedan más cabezas para entregar, ya ascendió a Polémico Moreno como Ministro de Pongui-Pongui del Vaticano, a cambio de entregarle a la iglesia apostólica a Juan Manual Abal Medina como si fuera un negrito del conurbano. Los viejos chotos que reciben la Asignación Universal por Obispo lo recibieron contenísimos: como si fuera uno de esos negritos del conurbano que a los obispos les encantan.
Y se fueron, y probablemente se irán, algunos más del gabinete más mediocre de los últimos 30 años. Lo cual no quiere decir mucho en sí mismo. De La Rúa tuvo el gabinete más prestigioso y...

La actual alianza que gobierna -la juventud menemista y el partido Chaco Merece Más- no es uhhh qué sólido pero todavía hay que verlos andar. A mi nunca humilde criterio, Capitanich arrancó bien. Parece un ser humano. En un gobierno que estaba alienado a límites increíbles. Con la ayuda de la realidad, se les bajó un poquito la soberbia alucinación con que complementaban ese enorme sacrificio de volverse millonarios. Los candidatos de Cristina perdieron en todos lados. Solamente se salvaron los que demostraron cierta independencia intelectual y política, como Capitanich, Pichetto, Urribarri. Así que el resto se fue a la unidad básica de Miami, aprovechando que los pasajes están subsidiados y que ellos sí tienen libre disponibilidad de dólares y el nuevo presidente quiere frenar el desangramiento del Banco Central cobrando un impuesto al estilo de vida camporista. Un despropósito. De La Rúa no era tan cruel con los amigos del hijo. Está mal eso. También De La Rúa "sorprendía", también era el único que "marcaba agenda", también estaba todo el día obsesionado por "los medios", también quería "reforzar la autoridad presidencial", también relanzó el gobierno "para estar en los temas más de fondo". Pasa que era un muy mal gobierno. Con una "pesada herencia". El gobierno de Cristina es apenas malo. Con una enorme y linda herencia.
Y una alcahuetería simiótica enflaquecida con nos divierte con sus previsibles vulgaridades.
La presidencia de Capitanich arrancó, vaya paradoja, menos chupacirios que el giro a la derecha de Cristina. Yo no lo votaría, naturalmente. Pero es lo que hay y ojalá le vaya bien.