viernes, octubre 04, 2013

La necesaria continuidad en las políticas industriales




Bajo el impulso desordenado y cruel de Duhalde se sucedieron, fundamentalmente a partir de los gobiernos de Cristina (de Néstor Kirchner hubo poco más que el dólar alto, que pagamos todos) un despliegue de políticas industriales estrictamente necesarias para el país. Y que requieren, además, tiempo de maduración, una flexibilidad que este gobierno tiene, una sutileza de la que carece, actores de la burguesía industrial que sencillamente no existen en Argentina -lo que implica que el estado deba, necesariamente, recargar su rol en el mecano social de la industria, más allá de las políticas sindicales, mnonetarias y financieras- y partidos políticos fuertes con estos intereses explicitados.
Sino, sencillamente, la Argentina volverá a sus recurrentes crisis que después derivan en mayor precarización laboral, desocupación, más pobreza, dramas crónicos en las cuentas externas y así.
Las críticas, que abundan, a lo atolondrado de la política industrial, se pueden dividir en dos categorías: los que prefieren terminar con el paradigma industrialista para retornar al agroexportador (como si TAMBIÉN no fuéramos eso) y los que quieren mejorarla, reduciendo los márgenes de corrupción estatal, elusión empresaria, subsidios boludos, arreglos bajo cuerda y etcétera.
El dolar, como variable importante en este esquema, no es el único.
La integración mercosuriana no debe (desde acá lo advertimos siempre, en el caso del brasilismo: hoy se ven las consecuencias) idealizarse. Es un horizonte para sectores claves y estratégicos, a la hora de la nuestra inserción global de facto, y siempre y cuando tenga una conveniencia social, una ganancia social. Hoy, dentro de todo, la tiene. Con sus problemas y el déficit estructural en nuestro comercio con Brasil.Pero, considerando en manos de quienes está este tema (Polémico Moreno, Débora Giorgi, Kicillof, Casimira Marcó del Pont y el resto de los bancos estatales, regidos por la corrupción para la corona en el caso del Banco Nación y para la coronita en el caso del Provincia) es hasta mágico que las cosas no salgan tan mal.
El problema es que este mérito de Cristina no tiene mayor correlato industrial. Pero, en el caso de los trabajadores, son los únicos gremios que, por lo menos, le atienden el teléfono al precarizador Tomada: los gremios industriales. Que, a la vez, actúan de puente entre empresarios y Moreno para ciertas importaciones de insumo.
Es cristinismo, no se les puede pedir imaginación, pero sí se les puede y debe reclamar ideas a las universidades, simposios, patronales, sindicatos: ¿no sería, acaso, una política de estado sólida institucionalizar el rol que cumple hoy la CGT de Caló y en general los gremios industriales?
¿No fortalecería las políticas industriales de este gobierno (y las científicas, aún muy vinculadas a la oligarquía y las multinacionales cerealeras) una mayor transparencia en los subsidios a empresarios? ¿No los obligaría, además, a jugar más fuerte y de cara a la sociedad con el cristinismo, a estos empresarios beneficiados?
¿No son demasiado altos los costos de esta opacidad?
Ciertos mensajes, emitidos por la oposición, exagerados por las usinas cristinistas cuanto más amigos eran hasta hace 5 munitos, como en el caso de Massa, preocupan. Por un posible relajamiento de las políticas industriales, cuando lo que correspondería hacer, es profundizarlas. Hacerlas más sofisticadas, transparentes, humanas. Pero en el rumbo que el cristinismo le imprimió, según mi nunca humilde parecer y ´padecer.
Incluso, este debate, sus alrededores, donde el gobierno puede mostrar méritos (y el país verse beneficiado) es más conveniente para el propio gobierno que discutir pavadas simióticas con amateurs que llevan (llevábamos) 5 años tratando de hacer un canal de cable que la gente vea y el resultado es ir a llorar a ese canal que ahora sus nuevos invitados llaman Todo Neutro, antes era Todo Negativo, jeje. Bueno, por ahí, el debate, lo tienen perdido. Y si lo ganaran, no ganarían nada. Más que, como diría el Coronel Gonorrea, una victoria moral. En el CBC de patafísica.
En el rubro industrial, en cambio, están los mejores logros del gobierno. Al igual que en el sostenimiento del empleo (la calidad de ese empleo es lo que hay que discutir: y ahí, aún, hay margen para el debate y ganarlo, fundamentalmente, con el PRO, el socialismo y los radicales, que están creciendo) y en las obras públicas, las necesarias. Después están los monumentos y la redecoración de interiores en la Rosada, que son para la Batalla Cultural, esa que nadie sabe qué se gana si gana. Pero encima no se gana.
Buenas noches. Amores.

 

4 comentarios:

  1. DEVUELVAN AL IMPRENTERO!
    APARICIÓN CON VIDA DE AMADO BOUDOU!

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  2. parece como que entendieras y todo.

    si no fuera todo verso, claro, dos palabras dificiles para q las veinte boludas q te leen crean q cazas una.

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  3. ¿No hace falta generar un poco de épica que involucre a todos los ciudadanos en un sentimiento nacional? Pensaba en la fundación de una ciudad en algún lugar conveniente, grandes proyectos de ingeniería, o de planificación. Incluso a nivel latinoamericano, retomar y de una vez la construción del gasoducto del sur. Y esto apuntaría a sectores profesionales y pudientes, los interpelaría moralmente, sobre qué están dispuestos a hacer por el país, qué tan argentinos quieren ser. Que no es un tema menor porque, ¿cuánto se va a poder avanzar si no se convence a esa burguesía acomodada de que se comprometa con el desarrollo nacional? Se necesita persuadirlos en serio, de manera estable. No parece haber señales de que se esté gestando (hasta hubo que ponerles un cepo). Esto se tiene que acelerar desde la política y naturalmente va a necesitar de gestos morales muy significativos de la clase política, conjuntamente. Pensaba alguna vez, ¿por qué no se han planteado plebiscitos sobre temas cruciales como la corporación judicial o los bancos? ¿Quién estaría en desacuerdo con romper esas corporaciones? Aunque no esté preparada, la sociedad no podría menos que acompañar. Y quedarían muy expuestos los que se negaran. Y ya que estamos ¿sería muy apresurado poner en discusión el mismísimo capitalismo, la acumulación excesiva, la explotación irracional, el consumismo? ¿Cuánto van a tardar en generar situaciones o cuellos de botella en las que solo va a ser posible volver atrás?

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  4. Hace unos días tuve el placer de concurrir a una charla que brindara Alejandro Horowicz sobre los Cuatro Peronismo.
    Terminando la misma, venia la pregunta obvia. Si el kirchnerismo era el quinto.
    Y Horowicz, decia casi exatcamente lo que estas diciendo.
    El kirchnerismo no es peronismo porque no generó una nueva Burguesia Nacional. No creó una nueva clase.

    Lo de la relación con Brasil, es complejo. Desde allá suelen cortarse solos cuando les conviene.
    Una lastima, ya que el único seguro para no terminar como Europa es un mercosur fuerte.
    Pinedo así lo decia. Y en mi opinion tenia razon.
    Pero bueno...
    Lo seguro es que con este gabinete de mamertos es dificil cualquier desarrollo.
    Sobre todo ultimamente Moreno.
    Pero bueno...
    como dice Cris "como dice el Cristianismo" agua y ajo.

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