viernes, enero 11, 2013

El vendedor de ilusiones




La fábrica de futuros -es insoportable la discusión, ya saldada filosóficamente, en torno a la posibilidad de condicionar el tiempo por venir- tiene muy pocos productos, hoy, que ofrecer.
Solamente se mantiene en pie el proyecto que lidera Cristina

Hay, a su alrededor, figuras, con más o menos peso que hacen de sus carencias, virtudes (Massa y Scioli y su carencia de ideales, formación y seriedad; Luis D Elía y su carencia de carisma y posibilidad de negociación; y así...) y desprendimientos, más o menos rencorosos, cuyo principal carucha es Hugo Moyano.  Todo lo demás, que encabezó, en el sector de los rencorosos, Alberto Fenrández, la María Kodama del kirchnerismo, se evaporó. En buena medida por su propia mediocridad: en una tendencia acentuada en los últimos tiempos por razones del proceso político (más votos para los líderes, menos problemas económicos, mayor experiencia, etc) los ministros son cada vez más mediocres de manera de hacer relucir más a la presidenta. Lo cual, también, habla de las limitaciones y tiempos que desde el gobierno se fijan.
Pero lo más importante es que no hay nada en pie.
Solamente más o menos capacidad de oponerse o "retornar" al prekirchnerismo, cosa tácticamente eficaz, minoritaria pero eficaz, pero inviable como proyecto serio de poder.
Ojo, siempre fue más o menos así en la historia nacional. Fundamentalmente, por las contradicciones intrínsecas de los varios países que convivimos en un mismo mapa, lo que luego deriva en que las distintas tendencias se incorporaron al Partido Militar, hoy ausente, pero encargado eterno de las transiciones. Nunca, claro, pacíficas.
No es la ausencia de alternativas lo que consolida la fábrica de futuros que sostiene Cristina. Es en primer lugar, que se trata de un buen proyecto a futuro. Abarcativo. Con un horizonte más o menos predecible. Y una conducción eficaz para lograrlo. Y abarca mayorías, contingentes sí, pero actuales mayorías.
En segundo lugar, la inviabilidad de volver atrás, para la derecha. Y la ausencia de sus tradicionales instrumentos. Y en tercer lugar, la incomodidad ideológica de los derechistas, por haber sido la cómoda izquierda del neoliberalismo. El caso más patente y patético es Binnerd, que quiere que seamos una colonia como Ghana. Por que, dice, bruto y rozando la frontera del cinismo o fronterizo nomás, que "es una república".
Con ese hermoso criterio puede ir a poner una cautelar en Ghana para que la OTAN deje de bombardear Libia y secuestren todos los aviones estatales que hacen esa horrible tarea económica, la de bombardear. Algún juez en Ghana quizás le da el sí. Y lo llaman a Obama y a los nazis del gobierno alemán y le explican que Ghana es una república. Pero Venezuela, no. ¿Qué es sino es eso, la derecha? Suele ser algo más medido y menos bruto que esta versión de Binnerd de la revista Cabildo.
Ja.


4 comentarios:

  1. En tu siempre loable intento de resultar algo creíble criticás los ministros, quedando como un dolobu, digo como un futuro Hemingway de la política. Deduzco que son los adecuados. Al menos no me dan alergia como me dieron el beto F, El galancito de rulitos y de pene, digo pelo largo y cortito de vuelo, el tincho que le tira la carne (siliconada), y cada uno que me hacía difícil definirme como K. Aunque obviamente brillantes solo son Cristina y Zanini, los demás me parecen buena gente y capaces. (¿hará falta algo más?).
    Con respecto a los socialistas siempre me defraudaron los que conocí en persona -no así los próceres históricos-, pero nunca el socialismo. Muchas leyes tomadas por el peronismo que incluso lo caracterizan tienen origen socialista. Decirse peronista y detestar el socialismo como en tu caso, es como ser del patilludo: una aberración que quedará sepultada por los vientos del olvido no sin dejar cicatrices de grandes contradicciones.
    En mi humilde opinión los retos son: olvidarse de bloggueros, boluggeros, pendencieros de atril, etc. y reemplazarlos por profesionales, controlar y ajustar las variables macroeconómicas a los desajustes que sin duda se producirán a nivel global y desorientar más a la oposición: cuando te corran por izquierda sorprender por derecha, cuando te peguen sorprender con el silencio, cuando haya demasiado silencio, sorprender con un grito, en fin. Lo que hay que hay que desactivar es a los jetoncitos como vos que exacerban los ánimos ya caldeados por el maldito gen violento argento, y que son así entre otras cosas porque no son padres (gracias a Dios)

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  2. Yo creo que la aparente dualidad en las opiniones de ciertos blogueros no responde a la improvisación o al exceso de cafeína por las mañanas, sino al intento de captar opiniones disímiles de personas muy cerradas,a las que,de otro modo, sería casi imposible llegar. La metodología es hábil, no siempre lo es la manera de implementarla, aún así el intento es válido y funciona (aunque venga de un mamotreto periodístico con ínfulas de literato y pinta de asador de parripollo)

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  3. Contra la linea historica autoritaria Yrigoyen-Peron-Nestor Kirchner opondremos la única salida posible De la Rua-Cobos-Binner ¡Por una argentina un poco más boluda!

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  4. Igual lo bueno es que los liberales radicales sojeros agrupados en distintos paises ya ni esperan a ser presidentes para dilapidar su capital político y rajarse en el medio del quilombo sino que lo hacen antes de asumir cualquier cosa.

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